lunes, 7 de septiembre de 2015

UNA HISTORIA SOBRE LOS CONFLICTOS...

Un mendigo harapiento y famélico va por la calle. De repente pasa por delante de un restaurante de lujo. De su interior sale un olor delicioso que hace imaginar que allí dentro se va a celebrar un banquete exquisito y opíparo. Se sienta a un lado de la puerta de la calle y se dice a sí mismo que eso que no puede comer al menos lo podrá oler. Al rato sale el jefe del restaurante a reprocharle que esté ahí sentando oliendo la comida. Le espeta: “Me tiene que pagar porque usted ha olido mi comida”, “Pero si no tengo dinero”, “Entonces tendremos que ir al juez a ver qué dictamina”. Le exponen el problema al juez. El juez le pregunta al mendigo si tiene dinero. “¿Yo?, pero si lo único que hacía era oler. Además soy pobre”. “¿Tiene usted dinero?”, insiste el juez. Al final el mendigo admite poseer tres monedas. El juez se las pide ante la protesta del mendigo. “Señor juez, esto es lo único que tengo, no puede arrebatármelo”. Al final se las da. El juez coge las monedas con la mano, cierra el puño y se acerca al jefe del restaurante. Hace tintinear las monedas a la altura de sus oídos. Y le dice: “Ya está usted pagado. Sonido por olor”

Fuente: http://webs.ono.com/nachovaldes/rcftres_historias_sobre_los_conflic.htm

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